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Acerca de Pentecostés y el descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles

  • Iglesia Ortodoxa Serbia en Sur y Centro América
  • 23 jun
  • 4 Min. de lectura


Compartimos algunos comentarios acerca de la importancia de la Fiesta de Pentecostés, a modo de resumen. 


  1. ¿Por qué Dios Padre envía el Espiritu Santo a los seres humanos? Para restaurar la unión entre el Espíritu Santo y el ser humano, la cual se resquebrajó cuando Adán y Eva desobedecieron en el Paraíso. Dios había creado al hombre y a la mujer perfectos y con el Espíritu Santo en plena unión con ellos para guiarlos. Ellos desobedecen al mandato de Dios de no comer del árbol prohibido, y así entra el pecado y la muerte en el género humano, y no sólo eso sino que también Dios quita el Espíritu Santo del ser humano porque Él no podía permanecer en un lugar impuro como pasó a ser el alma humana. Pero no lo quita por completo, sino que en gran medida. Luego, cuando envía a Su Hijo Jesucristo, Él con Su Resurrección y victoria sobre la muerte, restaura la Vida Eterna en el ser humano. Y al enviar el Espíritu Santo en Pentecostés, Lo restaura en el ser humano también. Porque el hombre fue creado para vivir en comunión con el Espíritu Santo, para que nos guíe en todo hacia lo bueno y santo. 

  2. 2) En la Teofanía, el Espíritu Santo se apareció en forma de paloma blanca, mientras que en Pentecostés, se apareció en forma de lenguas de fuego. ¿Por qué? Porque en Teofanía Dios Padre quiso mostrar a todos que su Hijo Jesucristo era manso como una paloma, y puro como el color blanco. Mientras que en Pentecostés, quiso mostrar que el Espíritu Santo iba a purificar, como purifica el fuego, las impurezas y las insuficiencias de los apóstoles, y les iba a dar el don de lenguas para que salgan a predicar a todas las naciones, que Cristo es el Verdadero Mesías, el Verdadero Salvador, y que todos les escuchen hablar en su mismo idioma. 

  3. 3) ¿Era necesario que los Apóstoles recibieran el Espíritu Santo? Sí, definitivamente. Porque el cambio en ellos fue notable. Antes de recibir el Espíritu Santo ellos no tenían evidentemente los dones que mostraron luego de recibirlo. Antes, mostraban cierta duda sobre Cristo, no comprendían Sus enseñanzas, Pedro lo negó. Mas cuando los Apóstoles recibieron el Espíritu Santo, Él los fortaleció quemando en ellos toda insuficiencia, les afirmó en ellos todas las enseñanzas que habían recibido de Cristo. No solamente dejaron de dudar sino que el cambio fue tal que Pedro bautizó a 3000 aquel día (Hechos 2:36), todos los apóstoles dejaron sus vidas anteriores y salieron a predicar por todo el mundo, soportaron persecuciones y torturas por Cristo, los maldecían y ellos bendecían (I Corintios 4:12),  la mayoría de ellos murieron martirizados. En definitiva, el Espíritu Santo los perfeccionó y santificó, fortaleció en ellos la enseñanza de Cristo y finalmente aprendieron a imitar a Cristo en sus vidas, y de esa manera predicaron. Por eso Cristo antes de Ascender al Cielo, les había dicho a los Apóstoles que esperaran en Jerusalén al Espíritu Santo que Él les enviaría, porque necesitaban del Espíritu Santo así como todos nosotros.

  4. 4) En Pentecostés nace la Iglesia. Los Apóstoles salieron a predicar el Evangelio por todas las naciones, ordenaban obispos en las comunidades que visitaban para organizarlas (Hechos 14:23) transmitiéndoles con la imposición de manos el Espíritu Santo que ellos habían recibido. Y estos obispos a su vez luego, ordenaban otros obispos en otras zonas. Así fue creciendo la Iglesia. Por eso Ella nació en Pentecostés. 

  5. 5) El primer domingo después de Pentecostés se conmemora a Todos los Santos porque gracias a que el Espíritu Santo volvió a estar en comunión con el ser humano, muchos hombres y mujeres alcanzaron un grado de vida espiritual tan elevado que llegaron a ser santos. Y colmaron el mundo de santos en distintas épocas hasta el día de hoy. Por eso, el primer domingo de Pentecostés conmemoramos a Todos los Santos como frutos del Espíritu Santo, enviado por el Padre por medio del Hijo.

  6. 6) El bautismo es nuestro Pentecostés personal. Porque en el Sacramento del Bautismo, específicamente en el Sacramento de la Confirmación (que se hace junto con el sacramento del Bautismo) recibimos el Espíritu Santo (el sacerdote unge al bautizado con miro consagrado diciendo: “el sello del don del Espíritu Santo”). Lo recibimos así como lo recibieron los Apóstoles en Pentecostés. Luego, con el correr de los años, cuando crecemos, muchas veces tomamos decisiones equivocadas, pecamos. Allí el Espíritu Santo se aleja en cierta medida de nosotros, y regresa cuando nos arrepentimos, cuando rezamos, hacemos obras buenas, especialmente regresa a nosotros cuando confesamos en el Sacramento de la Confesión y comulgamos en el Sacramento de la Comunión. Porque los Sacramentos son los medios más directos por los que el Espíritu Santo desciende a nosotros y nos colma. Por todo esto es tan importante la oración al Espíritu Santo con la que comenzamos las oraciones de la mañana y de la noche, así como muchos oficios: “Oh, Rey de los Cielos, Consolador Espíritu de la Verdad, que estás presente en todas partes y todo lo llenas, tesoro de todo bien, dador de la Vida, ven y fija tu morada en nosotros y purificanos de toda iniquidad, y salva nuestras almas, oh Bondadoso”.

  7. Recibimos el Espíritu Santo en este Pentecostés: ¿Que vamos a hacer para que Él permanezca en nosotros? 


Prot. Esteban Jovanovich

 
 
 

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