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Nuestro Padre entre los Santos, Juan Crisóstomo, Arzobispo de Constantinopla


Hoy 26 noviembre la Santa Iglesia Ortodoxa conmemora a uno de sus Santos Padres, San Juan Crisóstomo (Boca de Oro). El Santo Padre Juan Crisóstomo, Columna de la Iglesia, sus escritos iluminaron el camino de la Iglesia, su Liturgia es rezada en la mayor parte de los días del año. La gente se amontonaba para oír sus sermones de sabiduría inmensurable. Su destierro por condenar el acto pecaminoso de la emperatriz le dio la corona de martirio a su obra en la tierra. Y desde el Cielo intercede por todos los que lo veneran. Santo Padre Juan Crisóstomo, ruega a Dios por nosotros.


San Juan Crisóstomo (del Prólogo de Ohrid de San Nikolaj Velimirovich)


Juan nació en Antioquía en el 347 d. C. Su padre Segundo era comandante imperial, y su madre se llamaba Antusa. Estudiando filosofía griega, Juan se asqueó del paganismo helénico y se tornó a la fe cristiana como la única y completa verdad. Fue bautizado por Melecio, patriarca de Antioquía, y luego sus padres también fueron bautizados. Después de la muerte de estos, Juan se hizo monje y comenzó a vivir en estricto ascetismo. Después de terminar de escribir un libro, «Sobre el sacerdocio», se le aparecieron los apóstoles Pedro y Juan, profetizándole que tendría una vida de gran servicio, grande gracia, y gran sufrimiento. Cuando llegó el tiempo de su ordenación al sacerdocio, un ángel de Dios se le apareció al patriarca Flaviano (sucesor de Melecio) y a Juan al mismo tiempo. Mientras el Patriarca ordenaba a Juan, se veía una brillante paloma blanca volando sobre la cabeza de este. Famoso por su sabiduría, su ascetismo y el poder de sus palabras, Juan fue elegido Arzobispo de Constantinopla por voluntad del emperador Arcadio. Gobernó aquella Iglesia por seis años con celo y sabiduría inigualables. Envió misioneros a los paganos celtas y escitas, y limpió a la Iglesia de simonía, deponiendo a muchos obispos que estaban entregados a este vicio. Multiplicó las obras de caridad de la Iglesia, compuso un rito para la Santa Liturgia, avergonzó a los herejes, denunció a la emperatriz Eudoxia, interpretó las Escrituras con su mente de oro, y dejó a la Iglesia muchos libros y sermones preciosos. El pueblo lo glorificaba, los celosos lo aborrecían, y la Emperatriz lo envió al exilio dos veces. Pasó tres años en el exilio, y murió el día de la Santa Cruz, 14[/27] de septiembre del 407, en un lugar llamado Comana en Armenia. Los santos apóstoles Pedro y Juan se le aparecieron de nuevo en la hora de su muerte, y también el mártir Basilisco, en cuya iglesia recibió la Comunión por última vez. «¡Gloria a Dios por todas las cosas!» fueron sus últimas palabras, y con ellas el alma del Crisóstomo [«boca de oro»] entró al Paraíso. De sus reliquias, la cabeza se conserva en la Iglesia de la Dormición en Moscú, y el cuerpo en el Vaticano en Roma.

(en 2004 las reliquias de San Juan Crisóstomo retornaron desde Roma a Constantinopla, donde descansan hoy en día, N. del E.)



Ícono de San Juan Crisóstomo y San Pablo susurrándole al oído mientras Crisóstomo escribía sus Interpretaciones de las Epístolas de San Pablo. Se dice que San Juan Crisóstomo interpretó tan profundamente esas epístolas, que parecía que San Pablo mismo le decía qué escribir. Y esas Interpretaciones (unos de sus tantos famosos libros impresos), son como un río de agua viva para la Iglesia, como lo muestra este ícono.


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