Último día de la visita canónica del Metropolita Amfilohije: recepción en la Iglesia Ortodoxa Rusa y
Ayer 20 diciembre, en el último día de la visita canónica de S. E. R. Metropolita Amfilohije a Sudamérica en 2017, Monseñor Amfilohije y Monseñor Kirilo fueron recibidos por S. E. R. Metropolita Ignacio de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú. En la recepción estuvo invitado también S. E. Obispo Juan de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero. Vladika Amfilohije y Vladika Kirilo fueron acompañados por el Protodiácono Nicolás Radis y el Protodiácono Vladimir Jaramaz.
En una atmósfera agradable los Obispos conversaron acerca de los caminos y posibilidades para mejorar la misión de la Iglesia Ortodoxa en Sur y Centro América. Y coincidieron en la importancia de trabajar más y más en el espíritu de unidad dentro de la Una, Santa, Católica y Apostólica Iglesia Ortodoxa. También los Obispos rusos dieron sus impresiones acerca del recientemente celebrado Concilio de la Iglesia Rusa con motivo de conmemorarse el año que viene, 100 años del martirio de la Familia Imperial Romanov.
Luego de la reunión, Vladika Amfilohije y Vladika Kirilo junto con los diáconos regresaron a la Catedral de la Natividad de la Virgen, donde Monseñor Amfilohije bautizó a la sierva de Dios la niña Julia Matsavara Nikchevic, hija de Djordje Matsavara y Olga Nikchevic de Matsavara. En el bautismo estuvieron presentes la numerosa familia Nikchevic junto con amistades invitadas a participar del bautismo. Los padrinos de la niña Julia son Irina y Georgina Nikchevic y Mateo Castro Deschutter y Riotaro Katayama, quien es de ascendencia japonesa.
POR MUCHOS AÑOS, JULIA!!!
Hoy 21 diciembre a las 14 hs S. E. R. Amfilohije tomaba su vuelo de regreso a Montenegro, habiendo sido despedido por muchos presentes en la Catedral y por otros por medio de llamados. Todo su rebaño en Sur y Centro América le estamos eternamente agradecidos a nuestro Metropolita Amfilohije por todo su esfuerzo y trabajo en pos de la misión ortodoxa en nuestro continente, la cual se renueva y se muestra viva, y que con sus oraciones hace descender desde lo alto la gracia del Espíritu Santo.
