Sobre el Agua Bendita
Según la Iglesia, el agua bendita no es mera agua de significado espiritual, sino una nueva existencia, una existencia espiritual-corporal, una interconexión del Cielo y la tierra, la gracia y la materia, y muy estrecha por cierto.
El agua bendita es la imagen de la gracia de Dios: limpia a los fieles de las impurezas espirituales, los santifica y los fortalece para la ascesis de la salvación en Dios.
La primera vez que nos sumergimos en ella es en el Bautismo, cuando durante el sacramento del bautismo nos sumergimos tres veces en la pila bautismal, llena de agua bendita. En el sacramento del Bautismo, el agua bendita lava las impurezas pecaminosas de la persona, la renueva y la regenera en una nueva vida en Cristo.
El agua bendita está necesariamente presente en la santificación de los templos y de todos los objetos utilizados en el servicio divino, en la santificación de las casas, de los edificios, de cualquier objeto doméstico. Nos rocían con agua bendita en las procesiones, en los servicios de oración.
El día de la Fiesta de Teofanía, el Bautismo del Señor en el Jordán, por San Juan el Bautista, todo cristiano ortodoxo lleva a su casa un recipiente con agua bendita, lo guarda cuidadosamente como la mayor reliquia, y toma del agua bendita, haciendo una oración, en la enfermedad y en toda clase de debilidades.
San Juan Crisóstomo dijo que el agua bendita de Teofanía es imperecedera, fresca, pura y agradable, como si hubiera sido extraída en ese mismo momento de un manantial vivo. Este es el milagro de la gracia de Dios que todos pueden ver incluso ahora.
El Venerable Serafín de Sarov, después de la confesión de sus peregrinos, siempre les daba a beber un vaso de agua de la Santa Epifanía.
El venerable Ambrosio de Optina envió a un enfermo mortal una botella de agua bendita, y la enfermedad incurable desapareció ante el asombro de los médicos.
Los starets decían que no hay medicina más fuerte que el agua bendita y el óleo santo.
San Lucas de Crimea quien era Obispo y también médico en el siglo XX, aconsejaba: "Bebe agua bendita lo más a menudo posible. Es la mejor medicina y la más eficaz. Lo digo no sólo como sacerdote, sino también como médico. Por mi experiencia en medicina”.
El rito de la Bendición del agua en Teofanía, se llama “bendición grande” por la particular solemnidad del rito, impregnado del recuerdo de la Teofanía, en la que la Iglesia ve no sólo el lavado sacramental de los pecados, sino también la santificación de la esencia del agua por la inmersión en ella de Dios.
Según la Iglesia, el agua bendita no es mera agua de significado espiritual, sino una nueva existencia, una existencia espiritual-corporal, una interconexión del Cielo y la tierra, la gracia y la materia, y muy estrecha por cierto.
Por eso, según los cánones de la Iglesia, el agua bendita es considerada una especie de grado inferior de la Sagrada Comunión: en los casos en que, por los pecados cometidos, un miembro de la Iglesia es sometido a penitencia y se le prohíbe participar del Cuerpo y la Sangre de Cristo, se hace la salvedad canónica habitual: "Que beba sólo agua bendita".
El agua bendita de Teofanía es algo sagrado, que debería estar en todos los hogares de un cristiano ortodoxo. Se guarda cuidadosamente en un rincón sagrado cerca de los iconos y se acostumbra beber de ella en ayunas, por ejemplo luego de las oraciones de la mañana, junto con un poco de prósfora (la prósfora es el pan bendito que recibimos al final de la Liturgia, y es una piadosa costumbre llevar prósfora también a las casas para santificarse con ellas en los días de la semana en donde no tenemos liturgia).
Oración para comer de la prósfora y para tomar agua bendita:
Oh Dios mío, que Tu santo don y Tu santa agua sean para mi santificación, el fortalecimiento de mis facultades espirituales y corporales, para la salud de mi alma y de mi cuerpo, para el sometimiento de mis pasiones y enfermedades, según Tu infinita misericordia, por las oraciones de Tu Santísima Madre y de todos Tus santos. Amén.
(Extraído de www.pravoslavie.ru)
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