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Condolencias del Obispo Kirilo por el Fallecimiento de Daniel Markovich en Gral. Madariaga



Deseo expresar en mi nombre, en el nombre del P. Esteban Jovanovich párroco de Madariaga, y en el de nuestro clero y fieles, mis condolencias a la familia Markovich por la muerte de Daniel.

Lamento no poder viajar a Madariaga para realizar el funeral como es debido, por razones de público conocimiento con respecto a la pandemia, pero rezamos por la salvación de su alma.

Daniel Markovich fue un trabajador incansable por la comunidad montenegrina y por sus conciudadanos en Gral. Madariaga. Fue Presidente de la Sociedad Yugoslava Njegos, y ayudó a la Sociedad en otros puestos de la Comisión Directiva en no pocos períodos. Su entusiasmo por el servicio a su prójimo Daniel se lo transmitió a sus descendientes, y hoy una de sus hijas Diana es por segundo mandato Presidente de la Sociedad, además de trabajar en la Municipalidad de Madariaga así como él lo hizo hasta el último día en esta vida temporal. Dios dispuso que su siervo Daniel terminara su servicio al prójimo en esta vida, siendo Presidente del Honorable Consejo Deliberante de Gral. Madariaga, cuerpo en el que trabajó como concejal en reiterados períodos.

Daniel como cristiano ortodoxo primero y luego como montenegrino de sangre, vivió según la ancestral tradición que le inculcaron sus honorables padres: el difunto y siempre recordado Pedro “Perico” Markovich y su esposa Hilda. Y junto con su esposa educaron a sus hijos en esa misma tradición. Cada 20 de enero unían a su familia no sólo de Madariaga sino también desde lejanas ciudades, y celebraban la memoria de su Santo Patrono familiar San Juan Bautista, junto con gran cantidad de hermanos en la fe y amigos de todas partes. Asistía a los oficios ortodoxos que se celebraban en el salón de la Sociedad Njegos, y hay que resaltar que siempre defendió a la Iglesia Ortodoxa Serbia como la verdadera Iglesia de los montenegrinos, ante el ataque de ciertos “lobos vestidos de piel de cordero” que quisieron confundir a los montenegrinos ofreciéndoles una falsa “Iglesia Ortodoxa Montenegrina”.

En definitiva, Daniel vivió según esa tradición que recibió de sus antepasados, y se la transmitió a sus descendientes porque comprendió que esa tradición ortodoxa es tradición VIVA. No es una tradición muerta sino una que lleva hacia la Vida Eterna. Por eso es una tradición Viva. Dios es de vivos y no de muertos (San Marcos 12:27).

Deseamos para él la Vida Eterna y nuestro especial acompañamiento con oraciones para su madre la respetada sra. Hilda, y para sus hijos y nietos ¡Memoria eterna!

Reciban también las condolencias del Metropolita Amfilohije, quien desde Montenegro reza por el descanso del alma de Daniel Markovich

+ KIRILO

Obispo de Buenos Aires, Sur y Centro América

Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Serbio




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