top of page

Semana Santa - Lunes, Martes y Miércoles Santos – Oficio del Novio Tengamos listo el aceite de la or




Esta semana tiene el nombre de Santa porque está consagrada a los últimos días de la vida terrenal del Salvador, sus sufrimientos, muerte en la cruz y entierro.

Los primeros tres días se consagra al Oficio del Novio, el cual nos ayuda a disponer nuestra alma para recibir al Novio – Cristo, que viene a su pasión. Se canta el tropario “He aquí el Novio que llega a medianoche; bienaventurado, pues, el siervo que Él le encontrará despierto, pero a quien no encontrará listo, es indigno. Entonces mira alma mía que no te quedes dormida, ya que se cerrará la puerta del reino y serás entregada a la muerte; pero quédate alerta exclamando: Santo, Santo, Santo eres Tú, oh Dios, por la Madre de Dios ten piedad de nosotros ”, que recuerda la parábola de las 10 vírgenes (Mateo 25:1-12) quienes velaban por la noche para recibir al Novio que venía. Cinco de ellas estaban preparadas con sus lámparas llenas de aceite, mas las otras cinco no tenían aceite en sus lámparas. A medianoche tuvieron que ir al pueblo a buscar aceite y justo en ese momento vino el Novio. Las cinco vírgenes preparadas con aceite pudieron entrar a la boda, mas las otras cinco no pudieron. Esta parábola se resalta en estos días, para que nos preparemos con el aceite de la oración y el ayuno, para recibir a Cristo el Novio que viene a Su Pasión por nosotros. Nos estuvimos preparando con el aceite de la oración y el ayuno todos estos días de la Gran Cuaresma. Pero aquel que empezó tarde, aquel que no juntó el aceite necesario, la Iglesia lo llama con amor a que junte ese aceite en estos días. Y así poder estar preparados para recibir el jueves, viernes y sábado Santos a Cristo que viene para ser entregado, crucificado, muerto y sepultado, todo para nuestra salvación. Porque al tercer día resucitará y nos dará la Vida Eterna.

Pero, ¿quién puede tener la certeza de que sea digno para participar de esta boda? En realidad, nadie. Por ello, otro himno que se canta en los matutinos de estos días, refleja esta preocupación: “Estoy mirando a Tu cama nupcial decorada, oh Salvador mío, y no tengo una vestimenta apropiada para entrar allí; ilumina, pues, la vestimenta de mi alma y sálvame” .

Featured Posts
Recent Posts
Archive
bottom of page