Visita del Obispo Serafín de Kostajnica a la parroquia en Costa Rica
- Iglesia Ortodoxa Serbia en Sur y Centro América
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Con la bendición de Su Eminencia Obispo Kirilo de Buenos Aires, Sur y Centro América del Patriarcado Serbio y por invitación de la parroquia de San Pedro de Cetinje, el domingo 4 de mayo se celebró la Divina Liturgia jerarquica en la iglesia Ícono de la Madre de Dios de Vladimir (ROCOR) presidida por Su Eminencia Serafím (Baltic) Obispo de Kostajnica y Vicario de la Metrópolis del Medio Oeste de Estados Unidos de la iglesia Ortodoxa Serbia. Concelebraron los vicarios episcopales de la Diócesis de Buenos Aires, Sur y Centro América el Archimadrita Rafail Ceprnjic (vicario episcopal para Ecuador y Perú), Protosindjel Simeón López (v. e. para Colombia), Protoprebitero Ignacio Miranda (v. e. Para Costa Rica y Nicaragua y párroco de la iglesia ícono de la Madre de Dios de Vladimir) y el Presbítero Eduardo Carrillo de la OCA en Costa Rica.
El Obispo Serafím llegó el viernes 2 de mayo. El sábado 3 ofició el sacramento del bautismo sobre el siervo de Dios Brandon, quien recibió el nombre de bautismo Porfirije elegido por el Obispo, en honor al Patriarca Porfirije. Cabe mencionar que el joven Porfirije ha recibido catequesis y lleva un periodo de seis meses de preparación. Él es miembro activo de la Juventud Ortodoxa de Costa Rica. Luego celebró el oficio de Vísperas y compartió una cena organizada por la Juventud Ortodoxa. La comida fue preparada por Daniel, el hijo mayor del padre Ignacio, Daniel el chef en un crucero. Vladyka Serafím brindó palabras de espiritualidad y motivación a los jóvenes.
El domingo 4 toda la comunidad asistió a la Divina Liturgia y luego compartieron con el Obispo un almuerzo en su honor.
Estuvo presente el Embajador de la Federación Rusa en Costa Rica, Su Excelencia Don Yuri Bedzhanyan. También se dieron obsequios y agradecimientos a miembros de la comunidad.
En nombre del Obispo Kirilo se le entregaron presentes a Vladyka Serafím. También se lo saludó por su cumpleaños. Su visita fue muy apreciada por todos.
Compartimos algunas palabras que el Obispo Serafín le habló a los jóvenes ortodoxos en la cena con ellos:
“En lugares de mucho ruido y agitación, el silencio interno es lo que debe prevalecer.
El silencio interno es lo que debemos obtener a través de la oración y tratar de reflejar a Cristo en nuestro corazón. Cuando tenemos a Cristo en nuestro corazón, lo externo e interno de nuestro alrededor, se transforma.
Cuando rezamos, no solo es rezar con las palabras. Es todo un actuar de nuestro ser completo.
Nuestro cuerpo con las postraciones, nuestra boca con las palabras y nuestra mente con la concentración. Todo esto nos ayuda a entender que rezamos y nos permite bajarlo al corazón.
Cuando nuestro corazón permanece desconectado del ser, es cuando nace todo lo malo: el pecado, los adulterios y los asesinatos. Hay que luchar para que el corazón se purifique y que nuestra oración baje y de establezca en el.
En nuestras vidas solemos desesperar por tiempos, porque sentimos que la Gracia de Dios nos abandonó, y ni encontramos descanso en el sentimiento de paz que una vez tuvimos, pero no nos ocurre por castigo. A veces alejamos la Gracia del Espiritu Santo por nuestro propio pecado, y es allí que deberíamos con razón entristecernos y desear aún más el arrepentimiento. Pero a veces la Gracia nos deja para que aprendamos a buscarla, como el venado busca la fuente de agua. Entonces, estos momentos en que parece dejarnos la Gracia, y hay pequeñas tentaciones, deberían ser más bien momentos de gozo, porque el Señor nos está dando una oportunidad de aprender a buscarlo, para que Él mismo nos acerque aún más a su presencia”.





































