¿Qué celebramos en Vidovdan?

Santo Gran Mártir Lázaro y los Santos Mártires de Kosovo - VIDOVDAN

¿Qué celebramos mañana 28 junio?

La Iglesia Ortodoxa Serbia celebra la memoria del Santo Gran Mártir Lázaro y los Santos Mártires que dieron sus vidas en la Batalla de Kosovo en 1389 contra el ejército Otomano. 

¿Por qué los celebramos como mártires? Porque ellos lucharon por la “Honorable Cruz y la Dorada Libertad”. Los Otomanos querían conquistar Europa y convertirla al Islam. Para llegar hasta la Europa Occidental (Francia, España, etc…) debían pasar por Serbia. Los serbios tenían que decidir si dejarlos pasar conservando así sus vidas y cierta libertad, o presentarles batalla y debilitarlos para frenar así su avance hacia la Europa Occidental, sabiendo que muchos iban a morir por el gran poderío del ejército turco. El Príncipe de los Serbios, Lázaro, convenció a todos los serbios a sacrificarse por la Fe Cristiana y por la libertad, presentando batalla. Él les dijo que en la historia de la Iglesia, todos aquellos que se sacrificaron por Cristo heredaron el Reino Celestial que es eterno. Entonces dijo: “¡El reino terrenal es por un corto tiempo, mas el Reino Celestial es eterno!”. San Lázaro murió en la batalla, así como la gran mayoría de los soldados serbios. Y ellos son venerados como Mártires. El pueblo serbio quedó bajo el yugo otomano durante largos cinco siglos. 

¿Por qué una derrota la celebramos como una victoria?

Porque fue una victoria espiritual. Los serbios en los años anteriores habían logrado conquistar tierras y expandirse. Pero mientras se enriquecían, a la vez se iban olvidando de Dios y de su Fe. Entonces Dios, al permitir la conquista por parte de los otomanos, le quitó a los serbios aquello que los alejaba de Él, es decir la riqueza terrenal. Entonces los serbios entendieron que sufrían el yugo turco debido a sus propios pecados. Y las palabras de San Lázaro: “el reino terrenal es por un corto tiempo, mas el Reino Celestial es eterno!”, se convirtió para ellos en un Testamento de arrepentimiento para salvación. Por eso la batalla de Kosovo fue una derrota terrenal pero una victoria espiritual: la victoria de la Fe. 

San Lázaro ordenó que todo el ejército serbio tomara la Santa Comunión antes de ir a la batalla. En esta iglesia “Samodreža”, dedicada a San Juan, fue donde tanto San Lázaro como el ejército recibió su última Comunión antes de la batalla.

Mañana celebraremos a San Lázaro y los Santos Mártires, con una Divina Liturgia y tomando la Santa Comunión así como lo hicieron ellos antes de partir al Reino Celestial por dar su vida por Cristo