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FOTOS DE LA CELEBRACIÓN DE SAN BASILIO DE OSTROG EN BUENOS AIRES


El pasado domingo 14 de mayo se celebró a San Basilio de Ostrog en la Catedral de la Natividad de la Virgen, en la ciudad de Buenos Aires. El Higumen David Lestani, junto con el Rev. Esteban Jovanovich, el Hieromonje Serafín y el Protodiacono Nikola Radis celebraron la Divina Liturgia, a la que asistieron fieles devotos de este milagroso santo Serbio de Montenegro.

Luego de la Liturgia, todos participaron del almuerzo festivo en el que se pasaron con proyector, fotos del Monasterio de Ostrog y de la peregrinación que cada año se realiza en el día de San Basilio.

Luego, se llevó a cabo la clase de Catecismo para Niños dentro del templo.

Compartimos estas fotos de la peregrinación a Ostrog, así como también de la Procesión en honor a San Basilio que se realizó en la ciudad de Niksic.

SAN BASILIO DE OSTROG, EL MILAGROSO

12 de mayo (29 abril según el calendario juliano)

Basilio nació en Popova, un pueblo en Herzegovina, de padres sencillos y temerosos de Dios. Desde su juventud, sentía un profundo amor por la Iglesia de Dios y cuando alcanzó la madurez, ingresó al monasterio de la Dormición de la Madre de Dios, en Trebinje, y allí recibió la tonsura monástica.

Como monje, rápidamente se hizo famoso debido a su vida ascética genuina y poco común. San Basilio tomó sobre sí mortificación tras mortificación, cada una más pesada y difícil que su anterior. Más tarde, en contra de su voluntad, él fue elegido y consagrado obispo de Zahumlje y Skenderia.

Como jerarca, primero vivió en el monasterio de Tvrdosh y desde allí, como buen pastor, afirmó a su rebaño en la fe ortodoxa, protegiéndolo de la crueldad de los turcos y las formas astutas de los latinos. Cuando Basilio se encontró excesivamente presionado por sus enemigos y el monasterio de Tvrdosh fue destruido(*) por los turcos, él se trasladó al monasterio de Ostrog (Montenegro), donde vivió una austera vida en ascetismo, protegiendo a su rebaño con su oración incesante y fervorosa.

Murió en el Señor en paz, en el siglo XVII, dejando sus reliquias incorruptibles y milagrosas hasta el día de hoy. Los milagros frente a las reliquias de San Basilio son incontables. Cristianos y musulmanes se acercan a sus reliquias y encuentran la curación a sus aflicciones y enfermedades más graves. Una gran peregrinación toma lugar allí anualmente en la fiesta de Pentecostés.

(*) En nuestros días, una nueva iglesia fue construida sobre las ruinas del antiguo monasterio de Tvrdosh; un templo monumental, maravilloso y glorioso ante Dios y ante su pueblo.

Extraído del libro “Prólogo de Ohrid” de San Nikolaj Velimirovich

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