Se celebró la Liturgia con el ícono de la Madre de Dios de Kursk en la Catedral de la Resurrección
El pasado domingo 23 abril, Domingo llamado Antipascua (en vez de la Pascua) o Domingo de Santo Apóstol Tomás, se celebró la Divina Liturgia en presencia del milagroso ícono de la Madre de Dios de Kursk en la Catedral Ortodoxa Rusa de la Resurrección. Ese día se celebró la Fiesta Parroquial de la Catedral. Celebraron S. E. R. Nikolai, Metropolita del Este de Estados Unidos y Nueva York y Primer Jerarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero (quien trajo el ícono a la Argentina), S. E. Juan Obispo de Caracas y Sudamérica también de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, S. E. Kirilo Obispo de Buenos Aires, Sur y Centro América de la Iglesia Ortodoxa Serbia y S. E. Leonid Obispo de Argentina y Sudamérica de la Iglesia Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú. Concelebraron con ellos sacerdotes y diáconos de todas estas jurisdicciones.
El milagroso icono de la Virgen de Kursk había visitado Sudamérica por última vez en 2004, y la última visita del Primado de la Iglesia en el Extranjero fue en 2010. El ícono apareció milagrosamente bajo las raíces de un árbol en la ciudad de Kursk en Rusia, hace más de 700 años. En ese lugar donde fue encontrado, salió en el momento un manantial de agua. Ese fue su primer milagro. Luego también San Serafín de Sarov cuando era un niño, se había enfermado seriamente y se curó rezando frente a este ícono. Muchos e innumerables milagros realizó la Madre de Dios a lo largo de esos 700 años.
Durante la Divina Liturgia, el sacerdote Boris (Gladyshev), de la Catedral de la Santa Resurrección, fue distinguido con la bendición para usar la “kamilavka” y el “navedrenik”
En su sermón, el Metropolita Nikolai dijo entre otras cosas que: “La Madre de Dios nos bendijo poder rezar la Divina Liturgia frente a Su ícono milagroso. El ícono ya hace más de 100 años es la “Odigitria” (Guía) de toda la Iglesia Rusa en el Extranjero, Ella visita cada parroquia de la Iglesia, la Madre de Dios no nos abandona, su ícono nos fortalece, nos da la posibilidad de rezarle a Ella, transmite el amor maternal de la Virgen: hoy la Madre de Dios está aquí con nosotros”.
Luego dijo también: “Jesucristo nuestro Señor nos da una nueva vida, donde hay regocijo, donde hay salvación en Él. Sigamos rezando, sigamos aquí en Argentina celebrando los divinos oficios, y así ayudar a muchos a alcanzar la salvación. Hay mucho trabajo, que debemos hacer juntos por nuestra amada Iglesia Ortodoxa. La Madre de Dios a través de Su ícono nos deja su bendición”, concluyó Vladika Nikolaj.
Su Eminencia el Metropolita Nicolás obsequió a la Diócesis de América del Sur de la Iglesia Rusa en el Extranjero una copia exacta del icono de la Virgen de Kursk. Luego continuó la celebración con un almuerzo en el Centro Naval de la Ciudad de Buenos Aires. En el almuerzo S. E. Obispo Kirilo tomó la palabra y dijo: “El ícono milagroso es apreciado no sólo por los rusos sino también por los serbios ya que la imagen está relacionada a San Juan Maximovich quien es de ascendencia serbia, y también con la formación de la Iglesia Rusa en el Extranjero, en la ciudad de Karlovac en Serbia, cuando muchos rusos habían emigrado y se instalaron en Serbia. Recuerdo un momento especial, cuando en una Pascua el Rey Alejandro Karadjordjevic de Serbia dijo: voy a celebrar primero con los rusos y luego con los serbios. Los serbios le preguntaron por qué deja a ellos en segundo lugar. Y el Rey explicó: los rusos han perdido a su Zar, sus casas, se alejaron de su patria, voy a celebrar primero con ellos en un intento de consolarlos. Así es como siempre fue nuestra relación entre serbios y rusos”, dijo el Obispo Kirilo. Y también agregó: “La eslavofilia no es una herejía, sino que todo lo contrario, siempre fue la expresión de nuestra unión en la Ortodoxia”.
Todos disfrutaron de un exquisito almuerzo festivo en el distinguido salón del Centro Naval de la Ciudad de Buenos Aires.
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