San Mardarije, Obispo de América del Norte y Canadá
Hoy la Santa Iglesia Ortodoxa celebra la memoria de Nuestro Padre entre los Santos Mardarije, Obispo de Libertyville, América del Norte y Canadá.
Compartimos la vida de San Mardarije y la apertura de sus reliquias y su Glorificación en el 2017:
SAN MARDARIJE DE LIBERTYVILLE Y DE TODA AMÉRICA SU VIDA, GLORIFICACIÓN Y SUS INCORRUPTIBLES RELIQUIAS En la sesión del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Serbia del 29 de mayo de 2015, los nombres del Archimandrita Sebastián (Dábovich) y el Obispo Mardarije (Úskovich), clérigos y predicadores del Evangelio, siervos de santa vida complacientes de Dios e inspiradores de muchos misioneros, se añadieron al calendario de los santos de la Iglesia Ortodoxa. Las conmemoraciones anuales de San Mardarije de Libertyville, obispo de Estados Unidos y Canadá, y de San Sebastián de San Francisco y Jackson se observan el 29 de noviembre/12 de diciembre y el 17/30 de noviembre respectivamente. La celebración de la glorificación de San Sebastián acaeció el sábado 5 de Septiembre del 2015 en la catedral serbia San Esteban de Alhambra (California). Mientras que la de San Mardarije se realizó el pasado domingo 16 junio del corriente año, en el Monasterio de San Sava en Libertyville En preparación para la ceremonia de su glorificación, recientemente se abrieron las Reliquias de San Mardarije y se hallaron incorruptas desde las rodillas hacia arriba, con la piel y el cabello aún intactos, portando testimonio de la santidad de este complacedor de Dios, ya confirmada, por su inclusión entre los rangos de los santos. San Mardarije se une a la condición de San Juan Maximovitch y de San Alexis Toth, cuyas Reliquias incorruptas ya son tesoros para los cristianos ortodoxos de América. Día de la Glorificación En un digno ambiente de oración e indecible alegría espiritual se llevó a cabo, el domingo 16 de julio en el Monasterio de San Sava en Libertyville (EEUU), la Canonización de San Mardarije, Obispo de Libertyville y de Toda América. La misma fue presidida por Su Santidad Patriarca de Serbia Irinej. Y junto con él oficiaron Su Eminencia Reverendísima Metropolita Amfilohije y varios Obispos de Estados Unidos, Canadá y toda América, entre ellos S. E. Obispo Kirilo. Además de una gran cantidad de sacerdotes, monjes y fieles no solamente de la Iglesia Serbia sino también de muchas otras comunidades Ortodoxas, lo cual hizo de esta reunión una celebración Pan-Ortodoxa. Antes del acto central, que fue la Divina Liturgia del domingo 16 de julio, se realizaron durante el sábado numerosas actividades para la gloria de San Mardarije, en el Monasterio de San Sava, todo excelentemente organizado por el anfitrión, S. E. Longuin, Obispo de Nova-Grachanitsa y del Centro-Oeste de EEUU. Ese sábado se realizó una conferencia de prensa, y luego en la sala de la casa parroquial, con la bendición del Metropolita Amfilohije, se estrenó la película "El calmo rincón de Cristo" acerca de San Mardarije, realizada en la Metrópolis de Montenegro por la Editorial “Svetigora” (Producción del Monasterio Ostrog). Tras la proyección, el Metropolita de Montenegro y el Litoral Amfilohije dio una conferencia titulada: "San Mardarije: Maravilloso es Dios en sus Santos" Luego, el domingo se celebró la Divina Liturgia en el parque del Monasterio, debido a la cantidad de celebrantes y de fieles. La vida de San Mardarije de Libertyville (1889-1935) Nació en la aldea de Kornet, condado de Liesani (Montenegro), el 2 de noviembre de 1899, de sus piadosos padres Pedro y Yela Uskókovich. Fue bautizado en la iglesia de su aldea, dedicada a San Jorge, y recibió el nombre bautismal de Iván. Su madre pertenecía a la bien conocida familia Bózovich. Ambos padres eran muy respetados en su comunidad y su padre, llegó a ser capitán del clan. En función de la posición social de su familia, el joven Iván es enviado a continuar sus estudios primero a Riyeka Tsrnóyevich (Cetinje) y luego a Belgrado (Serbia). Fue en esa ciudad, que dentro del joven Iván creció el deseo de su niñez: servir a Dios y a la Iglesia. Desde allí partió hacia el monasterio de Studénitsa en donde luego de un corto período de vida novicial, fue tonsurado al monasticismo recibiendo el nombre de Mardarije. Con la decisión del Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Serbia, el entonces joven hierodiácono Mardarije fue enviado a Rusia donde vivió doce años (1905-1917) continuando con sus estudios en teología y creciendo en sabiduría. Desde allí, el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa Rusa lo envió a los Estados Unidos de América para organizar la Iglesia Ortodoxa Serbia. El 1 de diciembre de 1923, el ya Archimandrita Mardarije fue designado administrador de la diócesis americano-canadiense con sede en Chicago, y ese mismo año compró un terreno de alrededor de diez hectáreas en Libertyville (Illinois), en donde se construiría posteriormente el monasterio San Sava. La Santa Asamblea de Obispos de la Iglesia Ortodoxa Serbia lo eligió primer obispo de la flamante diócesis de Estados Unidos el 7 de diciembre de 1925, y su consagración se realizó el Domingo de Ramos, -fiesta de la Entrada Triunfal de nuestro Señor Dios y Salvador Jesucristo en Jerusalén-, el 25 de abril de 1926. A partir de entonces, Su Eminencia el obispo Mardarije, primer obispo de la Iglesia Ortodoxa Serbia en Norte y Sur América, trabajó incansablemente en la construcción de iglesias a la par de la construcción del monasterio San Sava de Libertyville. Sembrando entre sus fieles el amor cristiano, y transmitiendo paz, predicó y dio testimonio del Evangelio de Cristo por toda su diócesis. A pesar de los ineludibles problemas dentro de una comunidad, vivió en la espontaneidad de la verdad aferrándose a la gracia de Dios. Su mansedumbre, paciencia y su reticencia a utilizar medidas punitivas, resultaron una gran medida de unidad dentro de la diócesis. Tras realizar la labor de obispo por poco más de nueve años murió pacíficamente el 12 de diciembre de 1935, hospitalizado en Ann Arbor (Michigan), mientras escribía su última encíclica de Navidad a su amada grey. Sus restos terrenales fueron sepultados en el monasterio San Sava de Libertyville. La Santa Asamblea de Obispos de la Iglesia Ortodoxa Serbia durante su sesión regular llevada a cabo entre el 14 y el 29 de mayo de 2015 tomó la decisión de que se añadiera su nombre al Díptico de los Santos de la Iglesia Ortodoxa. Con el ejemplo del Santo Jerarca Mardarije, vemos cómo la gracia de Dios alcanza el corazón de nuestras ciudades, anclándose desde dentro de la confusión del mundo, para emerger como brisa del Espíritu y serenidad de la Vida Venidera. Apertura de las reliquias de nuestro Padre entre los Santos MARDARIJE Primer Obispo serbio de Estados Unidos y Canadá 22 de Abril/5 de Mayo de 2017 Con la bendición de Su Gracia, el Obispo Longuin de Nova-Grachanitsa y del Centro-Oeste de EEUU, las Reliquias de San Mardarije, que yacían en la iglesia del monasterio San Sava de Libertyville (Estado de Illinois), desde su entierro en diciembre de 1935, fueron descubiertas revelando su estado de incorrupción. El jueves 4 de mayo, Su Eminencia el Obispo Longuin ofició la Divina Liturgia en el Monasterio San Sava, junto al Padre Sindjel Serafín (Milóikovich), el Presbítero Nicolaj Kostur y el Hierodiácono Nectario (Tesánovich). Tras la celebración, el Obispo Longuin de forma conjunta con el clero ofreció un molében con el akathistos que se escribió para San Mardarije. Al finalizar, el grupo se organizó para remover la piedra sepulcral y colocarla en el suelo a fin de exhumar las Reliquias, bajo la dirección del Sr. Dusan Diórdievich de la “Casa Funeraria Montenegro” de Chicago. Tras la remoción de la lápida, se reveló que el ataúd de San Mardarije se hallaba en una bóveda de cemento. Este hecho generó que la apertura fuera demorada un día más a fin de organizar al equipo. En la mañana del viernes 5 de mayo, los trabajadores rompieron el sello de la bóveda, mientras el Sacerdote Nicolaj Kostur y el Hierodiácono Nectario (Tesánovich) ofrecieron un molében en la tumba, ante la presencia del Obispo Longuin y el Hieromonje Serafín (Milóikovich). Durante todo el proceso de exhumación, se entonaron cánticos como “Cristo ha resucitado” entre otros himnos pascuales, en tonos serbios y rusos, en honor al profundo amor y dedicación que el Santo profesara por ambas tradiciones eslavas. Quebrado el sello de la bóveda, se aunaron los esfuerzos para levantar la cubierta que a causa del movimiento, se desplazó rompiéndose. En ese preciso momento un dulce aroma fragrante emergió de la tumba para disiparse rápidamente. Junto a este hecho se hizo evidente que el Santo había sido sepultado hacia el oeste. Hecho en sí mismo milagroso que manifestó la Providencia de Dios. San Mardarije había sido sepultado en la dirección apropiada, la cubierta de la bóveda habría caído hacia el lado en la que descansaba su santa cabeza evidenciando que sus pies se habían corrompido hasta hacerse visible los huesos. Los padres Serafín y Nicolás sacaron las Reliquias de la tumba -mientras se entonaba el cántico “Cristo ha resucitado-; eran de peso ligero, de manera que fueron colocadas con facilidad en un ataúd metálico temporal. Se examinaron los pies, que hasta ese momento eran la única parte visible de sus restos. Los huesos de los pies eran de color amarillo dorado; seguidamente el padre Nicolaj Kostur, procedió a examinar la sección media del cuerpo. Cuando el padre Nicolaj retiró la manga del saco, se evidenció que las manos de San Mardarije se hallaban completamente intactas, las mismas sostenían de forma firme la cruz y tanto su piel, como sus uñas y cabellos, se hicieron claramente visibles. Finalmente, las santas Reliquias de San Mardarije fueron removidas del ataúd metálico y colocadas en dos mesas dispuestas para la examinación y el correcto lavado. El procedimiento comenzó con el retiro cuidadoso de la vestimenta, cortando lo que no pudiera desprenderse fácilmente a fin de no generar alteraciones en el proceso. En el transcurso de la diligencia reverencial, el clero entonó de forma continua el tropario a San Mardarije junto a otros himnos pascuales. Tras la remoción total de sus vestiduras, se reveló que las santas Reliquias, desde las rodillas hacia arriba, estaban intactas, aunque muy frágiles. La anatomía del Santo había permanecido incorrupta. Al quitar la mitra, brotó su largo y oscuro cabello, confirmando su continua lucha monástica hasta el final de sus días. Tanto el cabello de su cabeza como el de su barba yacían como si recién hubieran reposado y la suavidad al tacto, de ambos, era notable. También pudo observarse que sus cejas, pestañas y orejas se hallaban incorruptas de forma manifiesta. En el procedimiento final pudo removerse el cuerpo con facilidad advirtiendo que más de ochenta años de sepultura habían propiciado la aparición de una abundante presencia de polvo. Para retirarlo se lavó el cuerpo debidamente con agua y vino blanco y se lo ungió con aceite de nardos como indicaran las instrucciones recibidas del Santo Monasterio de Hilandar. Luego de su ungimiento, y mientras las santas Reliquias eran envueltas en algodón y lino, fueron colocadas en un esticario hasta su glorificación en julio de 2017; en ese acto pudo observarse que el color de la piel tornó de tostado a marrón oscuro. Hacia el final del procedimiento, su rostro fue cubierto de lino y la totalidad de su cuerpo, devuelto a su ataúd metálico temporal. En verdad, Dios es maravilloso en sus Santos. Con ellos nos muestra su pleno poder divino sobre la naturaleza, sometida a Su Gracia. Todos quienes formaron parte de esta experiencia, desde los clérigos hasta los albañiles, se conmovieron de gozo y paz espiritual durante el descubrimiento de las santas Reliquias. San Mardarije sigue viviendo, no sólo en su legado, sino ahora también a través de sus incorruptas Reliquias, que serán un timón renovado para la Iglesia Ortodoxa Serbia de Norte y Sud América. Con su guía avanzaremos hacia el futuro sin perder la mirada que nos dirige desde el pasado. Sigamos a San Mardarije en la senda de San Sava, que le condujo hacia la santidad. ¡San Mardarije, padre nuestro, ruega a Dios por nosotros! ¡Cristo ha resucitado! Presbítero Nicolaj Kostur Presidente del Subcomité Litúrgico para la Glorificación de San Mardarije. (Los textos sobre San Mardarije fueron traducidos por Matías Falagán)
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Fue emocionante ver y escuchar la sentida oración de los hijos espirituales de San Mardarije en su tumba. Al final de la celebración litúrgica el Metropolita Amfilohije habló en el sermón y señaló que “San Mardarije, así como antes el santo profeta Samuel, tuvo en su infancia un especial interés hacia el servicio a Dios. Y ese llamado él lo siguió el resto de su vida. Desde la aldea en Lješanska (Montenegro) donde nació, pasando por el monasterio Studenica donde recibió los votos monásticos, por Kiev, donde completó su escuela teológica, a través de San Petersburgo y de nuevo en Serbia y, finalmente, a los Estados Unidos donde trabajó duro para establecer la Diócesis de la Iglesia Ortodoxa Serbia en los Estados Unidos. San Mardarije fue un santo de una capacidad oratoria excepcional, decorado con muchas virtudes cristianas especialmente la virtud del amor y del perdón a nuestro prójimo”.
El Metropolita también mencionó a los otros santos que brillaron en el bendecido país de Estados Unidos, como San Germán de Alaska y San Nicolás Zica y de Toda América.
Tropario a San Mardarije , tono 4:
Desde tu juventud has amado a Cristo infinitamente,
en toda tu vida sólo has servido a Él,
sólo has obedecido a Dios el Creador,
has predicado la palabra del amor de Dios a todos,
has amado la hermosura de la casa del Señor,
Mardarije iluminador nuevo-manifestado,
constructor de la Iglesia de Cristo.
Por eso el Señor Amante de la humanidad,
te ha glorificado en la tierra y en el cielo
con la gloria eterna de Su Reino.
Kondakio a San Mardarije, tono 8:
Incansable predicador de Cristo el Señor,
SanSavista guía de tu pueblo en la diáspora,
constructor diligente y maestro del arrepentimiento,
Oh, Santo Mardarije de Libertyville y América,
junto con todos los Santos Iluminadores de las tierras americanas
reza al único Amante de la humanidad
para que de paz y unidad al pueblo ortodoxo!
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