Acerca de la blasfemia contra la fe cristiana en la apertura de los Juegos Olímpicos en París 2024
En la apertura de los Juegos Olímpicos en París 2024 hicieron una deplorable burla a la Santa Cena de Nuestro Señor Jesucristo con los Apóstoles. Compartimos un extracto del capítulo "La cultura humanística y la cultura de Dios-Hombre" escrito por San Justín Popovich, que da luz a lo que está sucediendo.
“Con cada descubrimiento cultural nuevo, el hombre europeo se pudre y muere más rápidamente. El enamoramiento del hombre europeo por sí mismo es una tumba, de la cual no desea y por lo tanto no puede resucitar. El enamoramiento por el razonamiento es una pasión fatal que devasta a la humanidad europea. La única salvación de esto es Cristo, dice Gógol. Pero el mundo, en el cual “hay desparramados millones de brillantes objetos que distraen los pensamientos, no tiene la fuerza de encontrarse directamente con Cristo”.
El tipo de hombre europeo capituló ante el fundamental problema de la vida; el Dios-Hombre ortodoxo los resolvió todos, del primero al último. El hombre europeo resolvió el problema de la vida con el nihilismo; el Dios-Hombre, con la vida eterna. Para el hombre darwiniano-faustiano europeo, lo principal en la vida es conservarse a sí mismo; para el hombre de Cristo, ofrecerse a sí mismo. El primero dice: ¡Sacrifica a los demás para ti!, mientras que el segundo: ¡Sacrifícate a ti mismo para los demás! El hombre europeo no resolvió el desgraciado problema de la muerte; el Dios-Hombre lo hizo con la Resurrección.
Indudablemente, los principios de la cultura y la civilización europea son teoclastas. Durante tiempo se fue elaborando el tipo de hombre europeo, hasta cambiar a Cristo Dios-Hombre por su filosofía y su ciencia, su política y su técnica, su religión y su ética. Europa aprovechó a Cristo “sólo como puente de la barbarie inculta a la barbarie culta, es decir de la barbarie tosca a la barbarie refinada” (San Nicolai Velimírovich, “Discurso acerca del todo-hombre”).
En mis conclusiones acerca de la cultura europea abunda el aspecto catastrófico, pero que esto no los maraville, porque nosotros estamos hablando acerca del período más catastrófico de la historia, acerca del Apocalipsis de Europa, cuyo cuerpo y espíritu es desgarrado por innombrables horrores. Indudablemente Europa contiene contradicciones volcánicas, que si no se eliminan pueden desembocar en la destrucción definitiva de la cultura europea".
San Justin Popovich (del libro “la Iglesia Ortodoxa y el ecumenismo”)
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