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En Mundo Visible y el Mundo Invisible, más real de lo que parece



A medida que surgen temas de conspiración, de extraterrestres y de revelaciones de todo tipo sobre el fin de los tiempos, se hace muy relevante conocer el artículo del Obispo Alexander Mileant: "Guerra de los Mundos", para tener una perspectiva más sana de la situación y no caer en el juego del sensacionalismo, es un articulo que a su vez cita otro: “Razones para el interés de los jóvenes en el satanismo”, publicado en “Orthodox newspaper for common people”, nº 2, 1999 y por el cual podemos obtener una información que hace comprensible la situación actual y porque las sociedades se han hecho tan permisibles o laxas.

LA GUERRA DE LOS MUNDOS

(Obispo Alexander Mileant)

En nuestros tiempos, es absolutamente necesario para los ortodoxos familiarizarse con diversas manifestaciones contemporáneas, para determinar claramente su naturaleza hostil y protegerse a sí mismos. Hoy en día han aparecido muchos libros de ciencia ficción y películas, que atraen a la gente con historias sobre la “guerra de los mundos” – sobre la tierra siendo invadida por extraterrestres, que normalmente son representados como más inteligentes y poderosos que los humanos, hostiles hacia la humanidad, y que intentan asimilarla. Pero… la verdad es más extraña que la ficción. Tal guerra de los mundos ha existido durante mucho tiempo en un nivel más realista, mientras que los extraterrestres – que aparecen, no de otros planetas, sino de otro mundo – no son marcianos o viajeros de otras galaxias, sino viajeros del mundo invisible más cercano que los rodea, y son llamados…. demonios. Como se retrata en la ciencia ficción, estos demonios son verdaderamente más superiores en inteligencia y poder en comparación a los humanos; son hostiles hacia la humanidad e intentan conquistarla.


En estos días escuchamos hablar mucho sobre cómo ha contaminado el hombre el medio ambiente con su tecnología, cuán miserablemente está destruyendo la belleza y la armonía de la tierra que Dios ha creado. Detrás del hombre están las fuerzas del mal, que odian apasionadamente a toda la creación de Dios y hacen todo lo posible para destruirla. Pero si las fuerzas del mal muestran tan gran esfuerzo por destruir el mundo físico, podemos imaginar cuánto mayor es su esfuerzo por destruir espiritualmente la corona de la creación de Dios, ¡el hombre mismo!.


A nuestro alrededor vemos esta terrible guerra de los mundos. En nuestros tiempos, junto con la contaminación física del medio ambiente, se ha producido una contaminación idéntica de nuestro entorno espiritual. La música moderna, el arte, la moda, las costumbres – todas son abiertamente demoníacas. Como predijeron los santos padres, los demonios ahora están viviendo abiertamente entre la gente. Al mismo grado que el mundo se ha infectado con toda clase de virus y microbios, que causan muchas enfermedades y sufrimiento entre la gente, así sufre la gente ahora y perece por toda clase de virus y microbios espirituales – los microbios de la apostasía, el neo-paganismo, el virulento anti-cristianismo, y la perversión mucho peor que en Sodoma y Gomorra.


Pero no desesperemos, porque todo esto se predijo hace 2.000 años en el Apocalipsis; por el contrario, intentemos destapar las maquinaciones del enemigo según el dicho: “El prevenido vale por dos”. A continuación presentamos extractos de un artículo titulado: “Razones para el interés de los jóvenes en el satanismo”, publicado en “Orthodox newspaper for common people”, nº 2, 1999.


La filosofía de la “Nueva Era”, cuyo símbolo será el Anticristo – la filosofía de la liberación de la conciencia con el propósito de pecar – está siendo impuesta a la fuerza en la mente del hombre moderno. Hay una habladuría constante sobre una “nueva conciencia”, sobre “valores morales anticuados”; los niños en las escuelas están recibiendo continuamente lavados de cerebro para creer que sus padres, como portadores de la antigua moralidad cristiana, les impiden promover su propia identidad y “libertad de expresión”. Las masivas campañas de “planificación familiar” no han sido creadas por la preocupación por la salud de la humanidad, sino por atraer a los jóvenes al pecado de la promiscuidad sexual como medio más poderoso para demonizar a los individuos. Y es precisamente esta “nueva persona” – libre de los remordimientos de conciencia y totalmente subordinada a los demonios – que será necesaria en la era del Anticristo. Los verdaderos agentes de Satanás son los que, de una forma u otra, promueven la corrupción de los niños – ya sea mediante programas de educación sexual o por medio del nuevo ocultismo moderno, que enseña a los niños la comunicación directa con los espíritus caídos. Por esta razón los programas de ocultismo ahora están poblados a menudo por “especialistas bioenergéticos” (o brujos, por decirlo más simple y honestamente). Los demonios, astutos demonios, vagan ahora por toda Rusia, buscando ver a quienes devorar (Nota: Se puede decir lo mismo sobre otros países “iluminados” del mundo).


La corrupción total de los valores morales ha sido siempre el resultado de alejarse de Dios y sumergirse en el paganismo (adoración al demonio), que no solo era un rechazo a obedecer al mayor poder espiritual y la autoridad del Creador (como fue el caso de Caín, por ejemplo), sino también una completa liberación de todas las leyes morales. Sin embargo, al rechazar la aceptación de las normas morales que han sido establecidas por Dios y así, hasta cierto punto, liberarse de Su vigilancia, la humanidad cayó invariablemente en la esclavitud de otros poderes completamente opuestos y antagónicos. Estos poderes, como explican las Santas Escrituras, son inteligentes, pero hostiles al hombre, criaturas de un mundo espiritual paralelo – conocidos como demonios, que empujan a los hombres a cometer los más odiosos crímenes.


El demonio lo permitía todo, dio libertad a las más bajas pasiones; además, se hizo pasar por el Arquitecto del universo, permitiendo toda clase de abominaciones, pero por esto pidió ser honrado y adorado. ¿Y cómo no adoraría uno a este gran luchador por los “derechos humanos” al acometer toda clase de cosas viles, a este libertador de la conciencia de todas las restricciones que han sido infundidas en ella por Dios?. Esta filosofía de la liberación de la conciencia para pecar, esta filosofía de vivir sólo para la satisfacción de la carne, fue inculcada por los demonios en la conciencia social mediante dos métodos: primero, influenciando directamente a todo individuo mediante la creación de un entorno específico que conduce a la infección espiritual, y segundo, mediante sus agentes (mediums, sanadores, clarividentes, y demás magos), es decir, la gente que está más abierta a la influencia demoníaca y que durante siglos ha interpretado el papel de sumos sacerdotes en diversos cultos demoníacos.


En nuestros tiempos apocalípticos, como en los primeros tiempos, el interés por parte de la juventud de hoy en día en el ocultismo y el satanismo está creciendo como resultado de un incremento del alejamiento de Dios. La gran mayoría de los jóvenes de hoy, casi completamente carentes de la gracia e infectados por el entorno espiritualmente venenoso, se han convertido en las víctimas de los demonios. Ejerciendo influencia mediante la presión social y las pantallas de vídeo, y con la ayuda de diversas organizaciones legales y secretas que financian la propaganda de la impiedad, el sexo, la violencia, las drogas, y la música rock, los demonios están intentando destruir los vestigios finales de las barreras morales en la generación joven. Lucifer y sus huestes saben bien que sólo sumergiendo a los jóvenes en el abismo del pecado pueden tomar el control sobre sus mentes y cuerpos. En esta clase de situación, los padres deben emplear una excepcional labor espiritual de oración por sus hijos.



MÉTODOS DE DEMONIZACIÓN (O ZOMBIFICACIÓN) DEL INDIVIDUO


En la sociedad moderna, nuestros hijos son el blanco de todo un ejército de fuerzas demoníacas cuya meta principal es conseguir el control total sobre la conciencia y el cuerpo del niño, privándolo de la gracia espiritual e inculcando en él la influencia demoníaca. Vamos a intentar señalar al menos los mayores métodos contemporáneos de demonización, es decir, de zombificación de los niños


(1) Un método muy astuto de inculcación de la influencia demoníaca es la llamada “sanación” mediante un clarividente o sanador, porque este hace todas sus manipulaciones exclusivamente con los poderes de los demonios. Incluso aquellos sanadores que obran bajo el aspecto del simbolismo ortodoxo y las oraciones son, sin embargo, brujos conscientes o inconscientes. Cuando se llama a un sanador para que ayude, la gracia de Dios abandona al que ha ido en busca de sanación y lo concierte en enemigo de Dios, mientras que los demonios entran en el paciente mediante los esfuerzos “del sanador”. Desafortunadamente, muchos padres que no están familiarizados con la posición de la Iglesia en este asunto, cometen un error fatal sometiendo a su hijo a la influencia de un “sanador popular”, brujo o clarividente.


(2) Otro método de zombificación es la llamada “magia tecnetrónica” que hace uso de ordenadores, videojuegos y programas de televisión. Los resultados de sus efectos en los niños pueden verse casi al instante, y actualmente médicos y psiquiatras hablan y escriben mucho sobre esto. Los niños se vuelven psicológica y espiritualmente enfermos como resultado de exposiciones extremas a ordenadores y videojuegos, o a películas que contienen violencia y horror, y a veces incluso después de ver películas animadas. Un ejemplo principal de esto es la repentina enfermedad de casi mil niños japoneses como resultado de ver la nueva película animada “Pokemon”, en 1998. Los ataques epilépticos a los que sucumbieron un gran número de niños el mismo día por todo el país, tras ver la desdichada película, claramente indica el poder de la influencia ejercida por este método. Casi todos los niños estuvieron hospitalizados después en psiquiátricos.


(3) El método más poderoso para demonizar a la juventud es la llamada “educación sexual”, es decir, la estimulación de los niños a cometer los pecados mortales de fornicación desde tierna edad. Los gobiernos de las naciones “iluminadas” asignan grandes cantidades de dinero para este propósito. Las fuerzas del maligno que intentan destruir las naciones cristianas, y principalmente las naciones portadoras de la Ortodoxia, saben bien que el pecado de fornicación priva al individuo de la gracia de Dios y lo conducen a alguna forma de posesión demoníaca. Por esta razón, los pecados de fornicación siempre fueron conocidos como pecados mortales. Los niños son corrompidos por medio de los mejores instrumentos de lavado de cerebro: televisión, que muestra películas eróticas que están diseñadas para intensificar la excitación sexual y para acuciar a la gente hacia la fornicación. Por esta razón, el contacto sexual entre adolescentes y los consiguientes abortos se han vuelto hoy en día normales. Todos los medios de comunicación se usan hoy para inculcar persistentemente en la conciencia social la idea de que todos los contactos sexuales (incluyendo la sodomía), a cualquier edad y con cualquier pareja (incluyendo el incesto, la pedofilia, y la bestialidad), son absolutamente naturales y normales. La única cosa a la que se teme -los corruptores lo aseguran- es el SIDA, y para que los jóvenes no tengan miedo del SIDA y se enzarcen abiertamente en el pecado, se están enseñando y poniendo rápidamente a disposición diversos medios de contracepción. Además, hay un constante lavado de cerebro psicológico de los jóvenes en términos de intentar destruir su conciencia y el sentimiento natural de modestia que Dios ha dado a cada persona como ayuda en la difícil lucha contra el pecado. Con esta meta en su mente, las escuelas están incluyendo la “educación sexual” como parte de su currículum.


(4) Un método muy exitoso utilizado para demonizar a los jóvenes en la música (ocultista) contemporánea. Es bien sabido que todos los chamanes -ya sea que vivan en África, Asia o Siberia- que establecen contacto con los ángeles caídos, y también todos los satanistas que viven en países “civilizados”, hacen uso de bailes especiales durante los ritos de sacrificio o al convocar a los malos espíritus. La música, los ritmos y las vibraciones de esos bailes mágicos proporcionan a los demonios fácil acceso a la persona, “enganchan” a la persona en la energía satánica, por así decir. El comportamiento de los jóvenes durante los conciertos de rock y, más importante, muy claramente después de los conciertos, muestra el papel importante que juega la música rock en la demonización del individuo. Muchos investigadores señalan que todos los tipos de música rock por los que los jóvenes se vuelven tan locos, están basados en ritmos de chamanes africanos: satanistas.


(5) Otro método útil para proporcionar acceso a los demonios es la activa drogadicción de los jóvenes, que es condonada por las poderosas estructuras de nuestros paises y de los gobiernos occidentales. Se ha establecido que los brujos de todo el mundo entran en trance con ayuda de narcóticos, que facilitan considerablemente su contacto con el mundo de los ángeles caídos.


(6) Aun otro método de zombificación de los jóvenes, que ha sido bien comprobado en América y en Occidente, es el uso de doctrinas ocultistas orientales y prácticas basadas en el Vedanta y en la Cábala. En esta categoría también entran los métodos de los indios americanos adoradores del mal, que se han vuelto muy conocidos en Rusia mediante la traducción de las obras del renombrado satanista Carlos Castaneda. Estos métodos son utilizados exitosamente para atrapar las almas de los intelectuales que están buscando intuitivamente el sentido de la existencia. Sin embargo, en vez de descrubir la Verdad divinamente revelada, están atrapados por el conocimiento ocultista, que los seduce con la promesa de alcanzar habilidades paranormales y convertirse, sino completamente divina, al menos en superhumanos. Este método, probado en nuestros antepasados por el tentador Satanás, continua obrando exitosamente a través del milenio.


La fuente del antiguo conocimiento ocultista contenido en las míticas obras del Vedanta y la Cábala, son los demonios, que en todas las épocas han encontrado en el entorno humano mediums apropiados para transmitir el conocimiento pseudo-espiritual a la humanidad. Esta misma fétida fuente (los demonios) también llenó los libros esotéricos de los indios americanos y de los maestros de la mística y el ocultismo hindú. Con la ayuda de iniciaciones ocultistas y diversas prácticas meditativas y ejercicios de yoga (por ejemplo: pranayama, mantra-yoga y otros), los demonios se instalan en una persona y toman el control, y luego la usan para atrapar a otras personas.


(7) Para los que buscan a Dios, los demonios han propuesto un exitoso engaño en forma de diversas sectas carismáticas. “¿Quieres ser un verdadero cristiano?”, te preguntan. “¿Quieres llenarte del Espíritu Santo como los apóstoles?. ¡Entonces únete a nuestra ‘iglesia’ carismática!. Tan pronto como pongamos nuestras manos en tu cabeza y leamos las oraciones adecuadas, el Espíritu Santo descenderá sobre tí y hablarás en lenguas desconocidas, o llorarás, cayendo al suelo, o quizá, por el contrario, estallarás en una risa incontrolable, o caerás al suelo con convulsiones. Todos estos son signos visibles del descenso del Espíritu Santo sobre ti”; así enseñan los carismáticos. Desafortunadamente todas las manifestaciones mencionadas indican claramente el momento en el que uno o varios demonios entran en una persona. Una persona que está poseída nunca será capaz, en su mayor parte, de aceptar la verdadera enseñanza cristiana, ya que sus poderes de razonamiento seguramente estarán bloqueados por los demonios.


Estos son los mayores peligros que acontecen a nuestros hijos y de los que es aconsejable que los padres hagan todos los esfuerzos posibles para salvaguardarlos. Es muy difícil, por supuesto, despegar al niño de la influencia negativa del entorno que le rodea. Sería mejor ayudar a los niños a establecer contacto con sus contemporáneos ortodoxos y así aislarlos tanto como sea posible de la presión mortal del mundo circundante, donde la mayoría de la gente ha estado poseída por demonios, de una forma u otra.


Traducido por la gracia de Dios y para gloria Suya

por este que es sólo polvo y pecado.

Psaltir Nektario B.

Cfr. https://cristoesortodoxo.com/2018/12/10/la-guerra-de-los-mundos/

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