En el día de Vidovdan se celebró la Divina Liturgia presidida por el Metropolita Ignacio del Patriar
El pasado viernes 28 junio, en la Catedral de la Natividad de la Virgen en Buenos Aires, se celebró la Divina Liturgia en conmemoración al Santo Gran Mártir Lazaro y todos los mártires serbios – Vidovdan. La comunidad serbia tuvo el honor de que esta Liturgia haya sido presidida por S. E. R. Ignacio, Metropolita de Buenos Aires, Centro y Sur América del Patriarcado de Moscú, quien fue invitado especialmente para la celebración. Concelebraron con él, el Hieromonje Antonio (Zhurkov) quien acompañó al Metropolita Ignacio, el Presbítero Esteban Jovanovich y el Hieromonje Nikita Vujic. A pesar de haber sido un día laborar, asistieron varios fieles a la celebración.
En su sermón, Vladika Metropolita Ignacio dijo acerca de San Lázaro: “Estamos reunidos queridos hermanos, para conmemorar a uno de los santos serbios más grandes. En la historia de cada nación, siempre hay héroes que lucharon por dejarle a su nación algo especial. Y eso que los héroes dejaron a cada nación, se transformó en la identidad de esa nación. La identidad de cada pueblo se refleja en sus héroes. San Lázaro luchó para dejarle a su pueblo serbio lo que para él era lo más importante: la Fe. Él guardó la Fe en sí mismo y en su pueblo, y lo hizo con su vida. Y así San Lázaro defendió con su vida la Fe ortodoxa ante los enemigos, y le dejó a su pueblo Serbio el ejemplo de defender y honrar la Fe. Y esto se transformó en identidad del pueblo serbio”, dijo el Metropolita Ignacio. Luego, continuó: “Es de vital importancia que cada nación guarde su propia historia y venere la memoria de sus santos, ahora y siempre. Porque los santos siempre están orando ante el Trono de Dios por todos aquellos que veneran la memoria de ellos”.
Luego de estas palabras, el Padre Nikita, quien vino en febrero pasado desde el Monasterio de Ostrog en Montenegro, le transmitió al Metropolita Ignacio los saludos y agradecimientos de parte de S. E. R. Metropolita Amfilohije y S. E. Obispo Kirilo, quienes en ese día estaban celebrando la Liturgia por Vidovdan en Kosovo, donde hoy el pueblo serbio sigue siendo perseguido. Y también agregó que la Iglesia Rusa y la Iglesia Serbia siempre fueron hermanas y cuando viene de visita un obispo ruso, es como que viene un obispo nuestro. Luego el Padre Nikita le regaló al Metropolita un ícono de San Basilio de Ostrog, y le contó sobre la historia de este gran santo, y el Padre Esteban le obsequió un film hecho en el Monasterio de Ostrog acerca de una joven rusa que se convirtió a la Fe Ortodoxa en ese monasterio.
Le estamos muy agradecidos al Metropolita Ignacio ya que fuimos honrados con su visita en el día de Vidovdan, y que él haya presidido las oraciones a Dios y a San Lázaro.