La Presentación del Señor en el Templo

Hoy la Santa Iglesia Ortodoxa celebra una de sus Doce Grandes Fiestas del Año Litúrgico: La Presentación del Señor en el Templo.

Cuarenta días después de Su Nacimiento, la Santísima Virgen llevó a su Divino Hijo al Templo en Jerusalén, de acuerdo a la Ley, para dedicarlo a Dios (Éxodos 13:2) y para que ella se purifique también (Levítico 12:2-7). Aunque ambas prescripciones de la Ley no eran necesarias, sin embargo, el Dador de la Ley no quiso transgredir su propia Ley, la que Él había dado a través de su siervo y profeta Moisés. En aquel tiempo, el padre de Juan el Precursor, Zacarías, ejercía el oficio de Sumo Sacerdote en el templo (Lc 1:8). Él puso a la Virgen María en el templo en el lugar reservado no a las mujeres sino a las vírgenes. En esa ocasión, aparecieron en el templo dos personas extrañas: el anciano Simeón y la profetisa Ana, la hija de Fanuel. El justo anciano tomó en sus manos al Mesías y dijo: “Ahora Señor puedes dejar que Tu siervo se vaya en paz, comforme a Tu palabra. Porque mis ojos han visto Tu salvación” (Lc 2:29-30). Simeón dijo también sobre el Niño Cristo: “Este niño será causa de caída y de elevación para muchos en Israel” (Lc 2:34). Luego Ana, quien servía desde su juventud a Dios en el Templo en ayuno y oraciones, reconoció también al Mesías, glorificó a Dios, y anunció a la gente de Jerusalén la venida de Aquél que se esperaba desde hacía mucho tiempo. Pero los fariseos presentes en elTemplo, que vieron y oyeron todo, se volvieron enfadados con Zacarías porque puso a la Virgen María en el lugar reservado a las vírgenes, y avisaron de ello al Rey Herodes. Creyendo que este Niño era aquel de quien los reyes magos habían hablado, Herodes envió inmediatamente a sus soldados para matar a Jesús. Mientras tanto, la Santa Familia había salido de la ciudad, dirigiéndose a Egipto, según la indicación del ángel de Dios. El día del Encuentro (Presentación al Templo) era celebrado desde los primeros tiempos, pero la solemne celebración de la misma fue instituida en el año 544, d.C., durante el reinado del emperador Justiniano.

(Extraído del libro “Prólogo de Ohrid” de San Nikolaj Velimirovich)

La Presentación del Señor al Templo es una de las Doce Grandes Fiestas de la Iglesia.

Oraciones delOficio de la

Presentación de Nuestro Señor Jesucristo al Templo

Tropario Tono 1:

Regocíjate ¡oh, Madre de Dios! llena eres de gracia, porque de Ti resplandeció el Sol de Justicia Cristo nuestro Dios, iluminando a los que están en las tinieblas. Alégrate justo anciano, pues recibiste en tus brazos al Redentor de nuestras almas, Quién nos otorgó la resurrección.

Kondaquio Tono 1:

Tú que por tu nacimiento santificaste las entrañas virginales y bendijiste los brazos de Simeón como era conveniente y ahora nos has salvado ¡oh, Cristo Dios! Concede paz, en tiempo de las guerras y fortifica a los cristianos ortodoxos a quienes amas ¡oh, Único amante de la humanidad!