Disertación sobre el AYUNO por S. E. R. Metropolita Siluan
El pasado domingo 20 de marzo, el Domingo de la Ortodoxia, se llevó a cabo la Disertación sobre el AYUNO expuesta por S. E. R. Siluan, Metropolita de Buenos Aires y toda Argentina, del Patriarcado de Antioquía. La misma fue organizada por el Archimandrita Kirilo, Vicario de la Diócesis de Buenos Aires, Sudamérica y Centroamérica, de la Iglesia Ortodoxa Serbia, y tuvo lugar en el Salón Parroquial de la Catedral de la Natividad de la Virgen. Asistieron S. E. Juan, Obispo de Caracas y toda Sudamérica, de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero, junto con sacerdotes y fieles de distintas Iglesias Ortodoxas de la Ciudad.
Primeramente el Archimandrita Kirilo recibió a los Obispos en el Templo, mientras el coro cantaba “Verdaderamente es digno bendecirte…”.
En su exposición, Su Eminencia Siluán disertó sobre “La Naturaleza verdadera de la Gran Cuaresma”, un trabajo traducido al español de un estudio realizado por el Archimandrita (hoy Metropolita de Diokleia) Kallistos Ware.
En su charla, el Metropolita pasó por todos los aspectos de la práctica del ayuno en la Iglesia: desde el objetivo del ayuno, pasando por cómo practicarlo y culminando con los beneficios espirituales y corporales que nos da.
Al hablar sobre el objetivo del ayuno, Monseñor Siluán citó un sermón de San Nikolaj Velimírovich en el que habla de la belleza “fuera de toda comparación” de la radiante Luz de la Resurrección de Cristo. Pero dice que “para poder ser dignos de contemplar esta belleza incomparable, es imprescindible prepararse antes. Sólo habiéndonos preparado con ayuno y oración, podremos ver este brillo de la Resurrección de Cristo”.
Luego, Monseñor Siluan explicó entre otras cosas, que “el ayuno, es decir el abstenernos de ciertas comidas, tiene como objetivo alivianar al cuerpo para que éste ayude al alma a elevarse en la oración”.
Finalizada la exposición de S. E. Siluán, el Archimandrita Kirilo invitó a S. E. Juan a decir unas palabras sobre el tema. Monseñor Juan explicó que “el ayuno fue impuesto por el Señor a sus discípulos, cuando dijo: “Cuando ayunéis, no seáis austeros, como los hipócritas…” (S. Mateo 6:16-17). Nuestro Señor no dijo “si ayunáis” sino que dijo “cuando ayunéis”, dando por hecho que sus discípulos, así como todos nosotros, debemos ayunar. Es decir, que ayunar no es una elección, sino una responsabilidad”.
Finalmente ambos Jerarcas, al hacer mención al hecho que en la disertación se juntaran fieles de varias congregaciones ortodoxas, destacaron la importancia de un testimonio en común de los ortodoxos.
Al finalizar la charla, los presentes fueron invitados a degustar un ágape fraterno ofrecido por la Iglesia anfitriona, con comidas de ayuno.